Sentido del Día de todos los SANTOS: 1 de noviembre
El día de todos los santos es la fiesta de HOMBRES Y MUJERES CUYAS VIDAS APUNTAN A DIOS. Hombres y mujeres cuyas historias dejaron huella, por la forma en que amaron, acariciaron, hablaron o actuaron. Hombres y mujeres conocidos, o anónimos. De todas las épocas. En todos los contextos.
Siempre ha habido gente capaz de dejar que, desde dentro, brotase con fuerza el torrente del evangelio. Gente de carne y hueso. No eran perfectos, sus historias tienen aciertos y errores. Fueron hombres y mujeres con virtudes y defectos. Hay en sus vidas bien y pecado. Lo que marca la diferencia es que, en algún momento, se dejaron seducir por Jesús y su buena noticia. O, incluso sin conocerlo, su vida transmitió esa semilla del Reino de Dios que llevamos dentro.
Hacemos MEMORIA y tenemos un recuerdo de todos ellos. Ahí también están nuestros familiares y amigos que ya no están con nosotros.
Hacemos un minuto de silencio y damos gracias por todos ellos, por lo aprendido, por lo heredado y por su vida.
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