lunes, 5 de octubre de 2015

ORACION DE LA MAÑANA


5 DE OCTUBRE, lunes

No pasará tu Palabra
Pasan los días y los años
se enreda la historia, y se llena
de nombres, de rostros, de gestos.

Se suceden los llantos y las risas.
Se arrugan los rostros y las manos.
Se llena de nieve el cabello.
Hay heridas que al fin cicatrizan.
Pasan palabras que se olvidan,
canciones que mueren,
versos que nadie recita más.

Pasa la vida, sólo una.
Pero tu palabra permanece.
Permanece el amor, como fuerza
poderosa. Permanece cada caricia
que humaniza el mundo;
cada acto de perdón,
y cada fiesta sin excluidos.

Permanece la bienaventuranza
como una forma de ser,
y el prójimo, y el abrazo
al hijo ausente que regresa.
Tu palabra no pasa. Nunca     AMEN



6 DE OCTUBRE, martes


Ama a tus enemigos. A aquellos a los que les caes mal, tú trátalos bien. Habla bien de quien te critica, reza por quien te injuria.
Si alguien te golpea en una mejilla, ofrécele a la otra, si alguien te pide algo, dale más de lo que pide, sé generoso con tus bienes, tu tiempo, tus talentos; da a todo el que te pide, al que te quite algo no se lo reclames. Trata a la gente como querrías que la gente te tratara a ti.
Amar a quien te ama es más natural. Cualquiera puede hacerlo. Si haces el bien a quien es bueno contigo, no estás haciendo nada extraordinario. Si prestas esperando cobrar tampoco haces nada del otro mundo, pues todo el que presta quiere recobrarlo prestado.
Tú ve más allá. Ama a tus enemigos. Haz el bien y presta sin esperar nada a cambio. Tendrás una recompensa inesperada, y mostrarás al mundo el rostro del Padre bueno, que es generoso con ingratos y malvados. Ten compasión, a la manera del mismo Dios, que es compasivo. Mucha gente se pasa el día juzgando al prójimo, diagnosticando, criticando, etiquetando... Tú no juzgues, y nadie te juzgará. No condenes, y nadie te condenará. Perdona, y alcanzarás el perdón para tus propias faltas. Da, y ya verás cómo recibes mucho más de lo que has entregado. La medida que tú uses es la medida  que la gente usará contigo.


7 DE OCTUBRE, miercoles

Señor Jesús: me pongo en camino.

Quiero buscarte.
Dame un corazón sencillo,
unos pies ligeros, unos ojos abiertos
para que sepa descubrirte a Ti
 en todos los acontecimientos de la vida

Oriéntame cuando me pierda,
acógeme cuando me canse,
llévame a los otros cuando me sienta solo.
Dame valentía, fortaleza y audacia
para no decaer en mi búsqueda,
para permanecer siempre firme.

Haz que mis pies pisen la tierra
que pisaron los tuyos,
que mis hombros sólo carguen la libertad
y el desprendimiento que llevaron los tuyos,
que mis entrañas anhelen sólo tu Palabra.
PADRENUESTRO



8 DE OCTUBRE, jueves


Señor, haz de mi un instrumento de tu paz.
Que allá donde hay odio, yo ponga el amor.
Que allá donde hay ofensa, yo ponga el perdón.
Que allá donde hay discordia, yo ponga la unión.
Que allá donde hay error, yo ponga la verdad.
Que allá donde hay duda, yo ponga la Fe.
Que
allá donde desesperación, yo ponga la esperanza.
Que allá donde hay tinieblas, yo ponga la luz.
Que allá donde hay tristeza, yo ponga la alegría.

Oh Señor, que yo no busque tanto ser consolado, cuanto consolar,
ser comprendido, cuanto comprender,
ser amado, cuanto amar.

Porque es dándose como se recibe,
es olvidándose de sí mismo como uno se encuentra a sí mismo,
es perdonando, como se es perdonado,
es muriendo como se resucita a la vida eterna.




9 DE OCTUBRE, viernes



Padre nuestro que nos ofreces tu casa para encontrarnos contigo y orar,   santificado sea tu nombre y tu pueblo,
venga a nosotros tu Reino de justicia,
hágase tu voluntad de forma pacífica y a través de denuncias proféticas.
Danos hoy nuestro pan para vivir dignamente y con libertad,
perdona nuestras complicidades con una religión opresora,
no nos dejes caer en la tentación de acomodarnos en la rutina
y líbranos de poner en el centro de nuestra vida y de nuestra fe al dinero.

EVANGELIO DEL DÍA (Lucas 11,1-4)
Una vez que estaba Jesús orando en cierto lugar, cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: "Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos," Él les dijo: "Cuando oréis decid: "Padre, santificado sea tu nombre, venga tu reino, danos cada día nuestro pan del mañana, perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todo el que nos debe algo, y no nos dejes caer en la tentación."



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