COMIENZA EL CAMINO HACIA EL PADRE
MONICIÓN
Hoy comenzamos la Cuaresma. La Cuaresma es un tiempo privilegiado y precioso, cargado de humanidad y a la vez de gracia de Dios. Durante 40 días somos peregrinos hacia la Pascua de Resurrección. Es una llamada a la conversión, es un tiempo privilegiado para el diálogo con los demás, la acogida al otro, la cercanía y el encuentro y tenemos diversos medios que nos pueden ayudar: la reflexión, la oración, acercándonos al sacramento de la reconciliación, de la eucaristía,…para ser mejores hijos, nietos, amigos, compañeros, alumnos..Es en definitiva un tiempo par crecer por dentro.
Entre los signos
cuaresmales está la CENIZA, que hoy
la vamos a recibir, y EL AYUNO Y LA
ABSTINENCIA
LA CENIZA es el reconocimiento de nuestra condición humana tan
limitada. Nos invita a poner el fundamento de nuestra vida en Cristo y no en
nosotros mismos. Al imponer la ceniza se dice “ Creed el evangelio, creed la
buena noticia de Jesucristo”. Por tanto, la
ceniza que Dios quiere:
●
Que no te gloríes de ti mismo; tus talentos los recibiste para servir.
●
Que no te consideres dueño de nada, sólo humilde administrador.
● Que ames la
vida y la defiendas.
● Que no seas
esclavo del consumo, los juegos y las modas.
● Que respetes
a todo ser vivo.
● Que seas
capaz de soñar un mundo mejor cada día.
● Que aprecies
el valor de las cosas sencillas.
● Que estés
abierto siempre a la esperanza.
EL AYUNO Y LA ABSTINENCIA, son signos de austeridad y libertad. Es un
propósito de superar nuestras ansias consumistas y liberarnos de las leyes que imponen
las ofertas del mercado. No necesitamos tantas cosas para ser felices.
Una vida austera nos ayuda a crecer en los valores del evangelio.
El ayuno y la abstinencia que Dios quiere:
● Que no hagas
gastos superfluos.
● Que no sea
esclavo del consumo, tabaco..
● Que no pases
tanto tiempo ante la TV y el video.
● Que seas
solidario y generoso.
● Que ayunes
de violencia,
● Que ayunes
de palabras necias y discusiones inútiles.
● Que prefieras
servir a ser servido.
Rezamos juntos.
Coge esta vida mía hecha
cenizas.
Se ha consumido en la calle,
donde nadie abraza,
se ha consumido, padre, lejos de
tu casa.
Cógeme, hecho cenizas,
porque me han consumido fines de
semana sin horas,
dinero quemado en basuras,
violencia, odio y mentiras.
Recoge mis cenizas, mi vida
consumida,
para empezar este camino hacia
la nueva vida.
Hoy llamo a tu puerta, al hogar
de tu palabra,
palabra que es Camino, Verdad y
Vida.
Lectura del Evangelio:
Según san Mateo (6, 1-6.16-18)
BENDICIÓN DE LA CENIZA E IMPOSICIÓN
ORACIÓN FINAL:
Padre ayúdame en esta cuaresma
a caminar hacia la Pascua.
A hacerlo con humildad,
desprendiéndome de lo superfluo que hay en mí.
Ayúdame a caminar hacia la Pascua
con paso firme y decidido.
Ayúdame a vivir la vida con alegría,
la alegría que nos da Jesús resucitado.
A vivir con pasión que me lleve a entregarme
a los demás y a vivir con la convicción
de que Jesús, es camino, verdad y vida.
Ayúdame Señor,
en este camino hacia la Pascua.
Sé que caminas junto a mí en todo momento.
Gracias Señor por guiarme
en el camino de la Vida.