Lunes 15 de febrero :
HACER LAS
COSAS SIN QUE SE NOTE
Vivimos en el mundo del "famoseo". Uno
no es famoso por ser importante, sino que
se convierte en importante por ser famoso. Hay que salir en
la tele, hay que salir en los
periódicos... hay que dejarse ver en las fiestas, espectáculos y todo tipo de actos públicos.
Si algún famoso ayuda a alguien tiene que
salir en las noticias.
Si algún país da ayuda humanitaria a otro se tiene que
anunciar a los cuatro vientos.
Todos estamos de acuerdo en que son gestos magníficos y necesarios. Pero no siempre la intención es la de ayudar sino
la de ser vistos, ganarse simpatías y aumentar la fama.
En estos 40 días de Cuaresma, en los que hay personas que deciden
gastar menos y compartir su dinero ayudando a
los más necesitados, en los que "ayunamos"
de cosas habituales para darlo a los demás, hay unas palabras que pueden
servirnos de consejo para no caer en la misma actitud:
"Procurad no hacer el bien en público para
que se os vea. De lo contrario, no tendrá ningún valor para
vuestro Padre del cielo.
Cuando ayudéis a alguien, que no se os note. No hagáis ruido como hacen los hipócritas para que la gente los
aplauda.
Cuando tú ayudes a alguien, que ni siquiera tu
mano izquierda se entere de lo que ha
hecho la derecha.
Porque de ese modo tu ayuda quedará guardada en tu interior y sólo Dios sabrá que has hecho el bien, pues en Él está
tu recompensa".(Jesús de Nazaret)
Ave María
Martes 16 de febrero
HOMBRES Y MUJERES PARA LOS DEMÁS
Lo que se
intenta en todo colegio de jesuitas es llegar a formar: Hombres y mujeres para los demás y con los demás.
Ignacio de
Loyola, en el libro de los Ejercicios Espirituales, propone esta verdad:
"El amor se ha de poner más en las obras
que en las palabras". (Reflexión personal...)
PARA TERMINAR, HACEMOS ESTA REFLEXIÓN:
Sólo Dios puede dar el amor.
Pero a cada uno nos toca aprender a querer
al hermano.
Sólo Dios puede dar la esperanza.
Pero a nosotros nos toca devolver la
confianza al hermano.
Sólo Dios puede dar la fuerza.
Pero nosotros podemos animar al desanimado.
Sólo Dios puede dar la paz.
Pero nosotros debemos hacer las paces con
todo el mundo.
Sólo Dios puede dar el gozo.
Pero nosotros tenemos la posibilidad de
sonreír.
Sólo Dios es el camino.
Pero yo debo enseñárselo a quien no lo sabe.
Sólo
Dios puede hacer lo imposible.
Pero a nosotros nos toca hacer todo lo posible.
Miércoles 17 de febrero
“QUE TU LUZ BRILLE”
Hoy propongo escuchar con atención un breve texto del evangelio.
Jesús les decía a sus discípulos:
“¿Acaso se trae una lámpara
para taparla con una vasija de barro o ponerla debajo de la cama? ¿No es para
ponerla encima de una mesa o de un candelero y que alumbre a toda la casa”.
Como dice Jesús… nadie
enciende una vela para esconderla, sino para que dé luz. Ciertamente que parece
evidente esto que hemos escuchado. Pues mirad.
Creo que en muchas
ocasiones, todos nosotros podemos ser luz para todos los que nos rodean, pero
en lugar de “ABRIRNOS” y dar nuestra luz, nos escondemos y no dejamos que la
luz que llevamos dentro salga para alumbrar a los demás.
Quizá por miedo a SER
AUTÉNTICOS, a ser gente que se preocupa por los demás, por ser compañeros
atentos, cercanos a todos, y por miedo a “ser diferente”, escondemos esa luz
que todos llevamos dentro, y que puede hacer tanto bien a los demás.
Nadie se compra un
móvil para no usarlo; nadie compra una lavadora para luego lavar a mano, nadie
compra un coche para dejarlo en el garaje… Por eso, ábrete a los demás,
comparte tus cualidades con los que te rodean, sonríe, bromea, haz que la gente
sea más feliz y consigue así que tu vida sea luz para los que te conocen. PADRE NUESTRO...
Jueves 18 de febrero
Confiar... y después, confiar
Por las
circunstancias que te ha tocado vivir, es posible que confíes en pocas
personas, e incluso que pocas personas confíen en ti. Pero ¿Qué es confiar?.
La confianza es tener fe. Es contar con los demás y creer en alguien o algo. Es tener seguridad de que el bien sucederá sin que yo tenga que controlarlo. Igual que uno confía que el sol saldrá por la mañana sin que haya que mover un solo dedo. Confiar en los demás es creer que las personas van a cumplir su palabra sin tener que obligarles.
Confiar
en uno mismo es tener fe en tu propia capacidad de aprender, cambiar y crecer.
Cuando decimos que la vida no se ha portado bien con nosotros, nos resulta muy
difícil confiar. Tener confianza no significa esperar que la vida nos resulte
sencilla en todo momento. Confiar es estar seguro de que en todo lo que nos
trae la vida siempre hay algo que aprender y que el amor de Dios siempre nos
acompaña. Cuando tienes confianza sabes que nunca estás solo.
Necesitas confiar en las personas, en los amigos y en ti mismo. Ten en cuenta que la confianza tarda mucho en construirse y muy poco en venirse abajo. Cuando prometes algo a alguien, cuando te comprometes o cuando alguien confía en ti, no debes traicionar esa confianza porque si fallas, te costará volver a recuperarla. Confiar en todos es una insensatez pero no confiar en nadie es una neurótica. PADRE NUESTRO...
Viernes 19 de febrero
Oración
Le pedí a Dios que me quitara mi orgullo. Y DIOS DIJO "NO".
Dijo que no era algo que él tenía que quitarme, sino que yo tenía que entregar.
Le pedí a Dios que me concediera paciencia. Y DIOS DIJO
"NO".
Dijo que la paciencia es producto de la tribulación, que no se concede, se conquista.
Le pedí a Dios que me diera felicidad. Y DIOS DIJO "NO".
Dijo que él daba bendiciones; que la felicidad depende de mí.
Le pedí a Dios que me evitara todo dolor. Y DIOS DIJO "NO".
Dijo que el dolor y el sufrimiento me acercan más a él.
Le pregunté a Dios que si me amaba. Y DIOS DIJO "SÍ".
Dijo que había dado a su único Hijo, que había muerto por mí, y que un
día estaré con él en el Paraíso, porque
tengo FE.
Le pedí a Dios que me ayudara a amar a todos los seres humanos, como
él los ama.
Y DIOS ME DIJO: "POR FIN ESTÁS COMENZANDO A ENTENDER".
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡ Gracias por compartir con nosotros !